Admito que soy un poco cagueta. A pesar de haber visto grandes films como ‘El exorcista’, ‘El resplandor’, ‘La cosa’, ‘La matanza de Texas’, ‘The ring’, Damien, “Freddys”, ‘Hellraiser’ y demás, el género de terror nunca ha estado entre el selecto grupo de mis predilectos. Tanto ahora como cuando era un niño siempre me ha producido una enorme sugestión mental el visionar películas con espíritus, muertos, demonios y demás criaturas y ambientes de pesadilla. Noches largas en las que cada crujido de la casa, cada sacudida de aire contra la persiana, activa mi imaginación generando en mi interior un extraño popurrí de sensaciones y malos rollos que amenazan sin compasión con perturbar mi descanso. Por ese motivo, y porque se de buena tinta que no estoy solo, he preparado esta lista con las mejores comedias de terror de todos los tiempos. Películas de ambiente y temática terrorífica pero en las que también tienen cabida el humor y la sorna, un mix de sustos y risas con el que podemos echar un rato tan divertido como relajado, alejado de la tensión y la angustia propias del terror.
El orden es completamente aleatorio, cualquiera de las trece películas recogidas a continuación sería perfecta para un Halloween terroríficamente divertido.
‘Terrorificamente muertos’ (Sam Raimi, 1987)
Empezamos por la película de culto de Sam Raimi, la secuela-reboot de ‘Posesión infernal (Evil dead)’. En ‘Terrorificamente muertos’ el protagonismo de Ash (legendario Bruce Campbell) es incontestable, así como la sucesión de escenas míticas e hilarantes que tiene que sufrir en la dichosa cabaña por culpa del libro de los muertos, el Necronomicón. Un film indispensable, una de las comedias de terror más divertidas y sorprendentes jamás filmadas con un final épico y desconcertante.
Mucho ojo que en unos días se estrena la serie ‘Ash vs Evil Dead’…
‘El jovencito Frankenstein’ (Mel Brooks, 1974)
Viajamos todavía más en el tiempo para encontrarnos con esta adorable comedia gótica de Mel Brooks protagonizada por Gene Wilder como el doctor Frankenstein (“se dice Fronkonstin”) y un inolvidable Marty Feldman en el papel del jorobado Igor. Parodia de la célebre novela de Mary Shelley llena de desternillantes gags, cuidada puesta en escena y actores en estado de gracia. Probablemente la mejor película de Brooks.
‘Zombies party’ (Edgar Wright, 2004)
Una de mis favoritas, la primera de la famosa “trilogía del Cornetto”, que reunía al director Edgar Wright con los actores Simon Pegg y Nick Frost. Apocalipsis zombi de pub inglés con carismáticos personajes y divertidísimas situaciones en el que el objetivo principal no solo es sobrevivir, sino tomarse unas cuantas cervezas en el intento. Atención a la empanada del protagonista la mañana del levantamiento zombi… Monumental.
‘El día de la bestia’ (Alex de la Iglesia, 1995)
Ver a Álex Angulo y Santiago Segura luchando contra el demonio en el Madrid de finales del siglo XX es una experiencia que ningún cinéfilo se ha de perder. Comedia negra castiza e historia de terror apocalíptico se dan la mano en esta locura (una de tantas) de Álex de la Iglesia. Imprescindible.
‘Los cazafantasmas’ (Ivan Reitman, 1984)
Obligatorio este clásico, la comedia de terror más taquillera de la historia. Los grandes Bill Murray y Dan Aykroyd son dos de los doctores que montan una extraña empresa dedicada a acabar con fantasmas en una película mítica que mezcla con alegría diversos géneros para disfrute del espectador. Entretenimiento y nostalgia, sin olvidar la genial canción de Ray Parker Jr que todo el mundo ha tarareado alguna vez en su vida. Who you gonna call? Ghostbusters!
‘Braindead’ (Peter Jackson, 1992)
Subtitulada en España como ‘Tu madre se ha comido a mi perro’, esta divertidísima guarrada perpetrada por Peter Jackson hará las delicias de los aficionados al gore más viscoso y desenfrenado. Dos tipos cazan en la remota Skull Island una especie de mono rata sagrado que llevará una espantosa maldición a la civilización. Absurda, cutre, excesiva… una película repulsivamente encantadora con unos últimos cuarenta minutos de absoluta locura (ay, el cortacésped).
‘Están vivos’ (John Carpenter, 1988)
No podía faltar uno de los grandes nombres del cine fantástico y de terror de la historia del cine: John Carpenter, quien en ‘Están vivos’ tira de ironía para relatar la historia de John Nada (el ex de la lucha libre Roddy Piper), un tipo cuyas gafas de sol son capaces de discernir entre humanos y alienígenas, así como descubrir los subliminales mensajes que estos extraterrestres tiene colocados en cada esquina con el fin de esclavizar a la raza humana.
‘Un hombre lobo americano en Londres’ (John Landis, 1981)
Dos estudiantes universitarios estadounidenses que se encuentran de viaje por Inglaterra tendrán la desgracia de cruzarse con el famoso ser que deambula sediento de sangre durante las noches de luna llena. Reinterpretación del mito licántropo de la mano de John Landis, recordada por sus golpes de humor y, sobre todo, por los excelentes efectos especiales y el trabajo de maquillaje del maestro Rick Baker.
‘Abierto hasta el amanecer’ (Robert Rodríguez, 1995)
La famosa película escrita por Tarantino, mitad thriller criminal, mitad escabechina vampira. Los sanguinarios hermanos Gekko (George Clooney y el propio Quentin) precisan de la ayuda de la familia de Jacob (Harvey Keitel) para cruzar la frontera mexicana y dirigirse a La Teta Enroscada, un antro inmundo en medio del desierto habitado por indeseables criaturas de pesadilla. Humor y acción, ingeniosos diálogos y sangre, mucha sangre… “¡Adelante, amantes del choch*!”
‘Gremlins’ (Joe Dante, 1984)
Otro clásico ochentero imperecedero, película de la infancia de muchos, en la que unos desagradables bichos les hacen “la Pascua” a los vecinos del encantador y helado pueblo de Kingston Falls. Por fortuna tenemos a uno bueno, al adorable y peludo Gizmo, el héroe de la función. Película de entretenimiento familiar que aun así contiene varias escenas sorprendentemente negras en las que se pone de relieve la mala uva que gastan estas criaturas a las que les sienta tan mal el pollo a medianoche.
‘Planet terror’ (Robert Rodríguez, 2007)
El proyecto ‘Grindhouse’ trajo la primera (y de momento única) película mala de Quentin Tarantino: ‘Death proof’, y también esta joya de la serie Z, repugnante, pasada de rosca y sin sentido, pero finalmente divertidísima, que relata otra invasión zombi, esta vez debido a un experimento militar que se va de las manos. Un montón de caras conocidas en el reparto, litros de tomate frito y decenas de yagas purulentas nos esperan en ‘Planet terror’.
Arrástrame al infierno (Sam Raimi, 2009)
Otra vez Raimi, esta vez con la película más divertida que ha hecho en los últimos años. Justin Long y Allyson Lohman deben luchar contra la maldición de una anciana que les hará pasar un auténtico calvario. Muchos sustos y no menos cachondeo para una película con el encantador sabor de la serie B.
Noche de miedo (Tom Holland, 1985)
El joven Charley está emperrado en que su nuevo vecino es un sanguinario vampiro. Para hacer frente a tal amenaza solicita los servicios de Peter Vincent, vieja gloria de las películas de vampiros y presentador del programa ‘Noche de miedo’. Gran ambientación y un carismático Roddy McDowall como el cazavampiros Peter Vincent para esta ochentera propuesta que ironiza sobre los arquetipos del cine clásico de vampiros.
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